Los ecosistemas terrestres son aquellos en los que los animales y plantas viven en el suelo y en el aire. Allí encuentran todo lo que necesitan para poder vivir, dependiendo de ciertos factores de cada ecosistema, podemos definir distintos tipos de habitat terrestres: desiertos, praderas y selvas. Cada uno de estos ecosistemas terrestres mencionados tienen características diferentes, es por ello que en ellos encontraremos mucha variedad de animales.

Las principales características que se deben tener para que un ecosistema terrestre pueda existir son la disponibilidad del agua y radiación solar, esto todo junto con nutrientes. Con esto se obtiene la vida que habitat en alguno de estos tres ecosistemas:
Bosque templado: Los bosques templados se producen donde hay distintos cambios estacionales a lo largo del año y tienen los bosques de hoja caduca.
Selvas Tropicales: Selvas tropicales se producen en muchas latitudes, pero las selvas tropicales más grandes ocurren en las zonas ecuatoriales de América del Sur, Asia y África. Las fuertes lluvias de la selva a menudo resultan en un suelo muy pobre debido a las sanguijuelas.
Pradera: Las praderas existen donde los factores bióticos o abióticos limitan la presencia de árboles. Las gramíneas son el tipo de vegetación predominante, aunque esporádicos o aislados arbustos o árboles también pueden existir.
Otros biomas terrestres: Biomas adicionales pueden ser clasificados de acuerdo a la precipitación, la temperatura y la vegetación como el desierto, chaparral, bosque caducifolio y tropical.